martes, 17 de junio de 2008

CACEROLAZOS

Uf, están las cosas complicadas por aquí.

Cuando llegué a Buenos Aires, hace casi 3 meses, me encontré con una huelga del campo que se tradujo en cortes de carretera y el consiguiente desabastecimiento de alimentos en la capital y otras zonas del país.

Los agricultores y ganaderos protestaban por unas retenciones que el gobierno les había puesto porque considera que están teniendo unos ingresos extraordinarios debido al encarecimiento mundial de los alimentos y al ingreso en dólares o euros frente a la debilidad del peso.

La presidenta Cristina Fernández les dedicó todo tipo de lindezas, entre otras los calificó de golpistas.

Tras un mes de cortes de carretera, se dieron 30 días de tregua para negociar.

Eso supuso un alivio para los ciudadanos (entre ellos yo mismo) porque ya escaseaban productos de primera necesidad como la carne, fruta, leche, etc.

Tras los 30 días de tregua sin acuerdo, se volvió a las protestas, esta vez sin tantos cortes sino más bien con protestas en los arcenes de las carreteras.

Hasta la fecha se sigue sin acuerdo, no solo eso sino que las posturas están totalmente enfrentadas. Para colmo, el líder piquetero D’elía (los piqueteros son la fuerza de choque del gobierno), en un ejemplo de ignorancia supina y de actitud provocadora y violenta, invocaba un artículo de la constitución argentina arengando a la gente a armarse para defender la democracia. Posteriormente ha matizado sus palabras, acusando a un ex-presidente y a determinados medios de comunicación de golpistas.

Se sigue con el discurso de pobres y ricos. Es cierto que en Argentina existen desigualdades manifiestas y un índice de pobreza superior al 20% de la población pero tanto el gobierno como los piqueteros siguen anclados en un discurso más de los años 60 que del siglo XXI.

Ojo, tampoco los ruralistas (el campo) son ángeles pero es que este gobierno gestiona tan mal...que hasta los hace buenos.

Resultado: ayer se produjeron cacerolazos en apoyo al campo por todo el país y pidiendo que gobierno y ruralistas se sienten a negociar.

Aquí cerca de casa, entre Rivadavia y Acoyte (como a 400 metros) se cortó la calle al tráfico rodado durante unas horas y se escuchaban los ruidos de cacerolas y pitos de coches por todos lados.

A todo esto...el gobierno no aparece por ningún lado, nadie dice ni pío. Lo peor es que mañana hay actos pro-gubernamentales y pro-campo, con lo cual la división será mayor aun.

En fin...no se viven buenos momentos en Argentina. El fantasma del desabastecimiento vuelve y no parece que esto tenga fácil solución.

Por cierto, la oposición...no existe. No entiendo mucho sobre los partidos políticos de aquí pero es muy distinto a España. Solamente hay una ex-candidata de las anteriores elecciones que, de vez en cuando, dice algo pero realmente no hay partido político que haga oposición, el conflicto es directamente entre gobierno y el campo, no hay ni bipartidismo ni nada, no hay alternativa.


Pasado mañana me voy a España, seguiré las noticias atentamente. Veremos qué me encuentro a la vuelta.
Chauuuu!

No hay comentarios: