DE VUELTA EN BUENOS AIRES

Ya volví de La Pampa.

Nos fuimos el miércoles y volvimos ayer lunes a eso de las 7 de la mañana.

El viaje de ida fue tranquilo. Como el martes habíamos salido al cumpleaños de Mariana estábamos medio cansados, más aun después de todo el miércoles trabajando (Paola) o en clase (yo), así que a los 15 minutos de salir (las 23:30h) ya estábamos dormidos.

Los autocares en Argentina son un poco diferentes. Como las distancias son enormes, intentan poner el máximo de comodidades para los pasajeros. Existe coche cama, coche semicama...es bastante cómodo, los asientos son mucho más anchos de lo normal y casi totalmente reclinables.

El problema es que los vehículos son de doble piso, al estilo del bus turístico pero con techo (obvio, ¿no?), lo cual incide en la estabilidad y la seguridad.

De hecho en Europa y USA solo se les permite circular por vías urbanas y con velocidad muy limitada (como el turístico, vamos).

De todos modos, dados los precios de avión y la inexistencia del tren, es el principal medio de transporte. La principal estación de salida es la de “Retiro”, aunque el bus hace otra parada en “Liniers”, una estación bastante más pequeña y en un barrio bastante más...complicado.

Santa Rosa es la capital de La Pampa. Está a unos 600 kms de Buenos Aires, unas 7 horas de viaje por ruta, es decir, como una de las antiguas carreteras nacionales nuestras, con un carril en cada sentido. Eso sí, son bastante rectas, algo es algo.

Los 4 días allí han sido bastante tranquilos, hemos paseado, comprado, salido por la noche...todo muy tranqui.

La ciudad tiene 100 mil habitantes pero no se parece a ninguna que yo conozca en España.

La mayoría de las casas son unifamiliares y de 1 ó 2 plantas a lo sumo, con lo que parece más un pueblo grande que una ciudad.

Los edificios altos los puedes contar con los dedos de una mano.

Se fundó en 1910 y comenzó a crecer alrededor de una plaza central donde también está la Catedral, de corte bastante moderno.

La estructura es totalmente cuadricular, parece hecha con escuadra y cartabón, todas las calles rectas que se cruzan. Orientarse resulta un poco complicado para quien no es de allí porque cada cruce parece igual que el anterior.

En definitiva una ciudad tranquila y relativamente segura.

Eso sí, las normas de conducción...son caso aparte. Los motoristas no usan casco, las preferencias en los cruces y en las rotondas las tiene quien sea más rápido o quien lleve el coche más grande...nadie usa el cinturón de seguridad...

De todos modos tampoco en España es que podamos sacar pecho por este motivo porque en cualquier municipio de menos de 25 mil habitantes tampoco es que las normas brillen por su cumplimiento.

El domingo a la noche salimos de vuelta a Buenos Aires y llegamos sobre las 7 de la mañana. Ayer fui al gimnasio con la almohada pegada a la cara y luego a clase. La semana que viene tenemos que entregar un trabajo de una asignatura y también nos hacen un examen de otra. Por el momento va todo bien; en el trabajo grupal nos pusieron un 10 (tacháaaan!!!) y en el individual me han puesto un 7. Teniendo en cuenta lo que esperaba...está bien.

Qué más...retrocedo un poco en el tiempo. El martes fuimos al cumple de Mariana. Un bar/pub tranquilito. Juntaron varias mesas y estuvimos cenando/tapeando mientras un tipo cantaba canciones de Sabina, que le gusta mucho a esta chica.

Lo del tipo no salió gratis, obviamente, sino que lo pagó su novio (el de la chica, no el del tipo).

El cantante lo hacía bastante bien, era casi un clon de Sabina, la voz cascada, el “wiski” y el cigarrillo, la cara de crápula...

Sobre las 1 de la mañana nos volvimos a casa porque el día siguiente iba a ser muy largo.

Por la mañana estuve en la sede de Cruz Roja Argentina, hablando con el Director de Comunicación y Movilización de Recursos. Se mostró (aparentemente) muy interesado en que pudiese colaborar con ellos aunque aun nadie se ha vuelto a poner en contacto conmigo. Si en esta semana no lo hacen me venderé al mejor postor porque ya me han ofrecido algunos/as compañeros/as la posibilidad de conocer y/o colaborar con sus entidades.

Qué más...bueno, me estoy extendiendo mucho, así que el resto lo dejo para otro día.

Me voy a estudiar.

Seguimos en otro momento, chauuuuu!!!